Descubre el Secreto de una Vida Saludable con «Las Recetas de Judith»
febrero 22, 2024
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Se derrite en la boca como el chocolate, dice Ruth Anne Joiner, describiendo su regalo favorito, «Lo bueno es realmente suave», agrega. «Es como un dulce», dice Joiner al describir el delicioso sabor de consumir arcilla.
Si bien la mayoría de personas retrocederían ante la idea de comer barro o arcilla, algunos expertos médicos dicen que puede ser muy beneficioso para la salud, especialmente para las mujeres embarazadas.
Cada vez que estuve embarazada y tuve antojos, tenía que comerlo, dice Joiner, de 40 años, que ha dado a luz a cuatro bebés sanos.
Si pudiera consumir así sea una pequeña pizca, eso detendría las ansias, dice ella.
Tiene un sabor fresco y natural, como la lluvia o algo así.
El hábito de consumir arcilla, barro o tierra se conoce como «geofagia«.
Algunos expertos lo agrupan en la misma categoría que la pica, que es la necesidad anormal de comer monedas, pintura, jabón u otros artículos no alimenticios.
Las culturas de todo el mundo han practicado la geofagia durante siglos, desde los antiguos griegos hasta los nativos americanos.
En la mayoría de lugares, el hábito se limita a las mujeres, especialmente a las mujeres embarazadas o en edad de procrear.
La práctica es común en el África subsahariana, y muchos antropólogos creen que la geofagia, fue llevada a los Estados Unidos por los esclavos africanos.
Ahora, se encuentra más comúnmente entre las mujeres afroamericanas de las zonas rurales del sur de los Estados Unidos.
Aunque esta práctica rara vez es recomendada por los profesionales médicos, algunos nutricionistas ahora admiten que el hábito de consumir arcilla, puede tener muchos beneficios reales para la salud.
Es posible que el efecto de consumir arcilla en polvo haga que el cuerpo absorba toxinas, dijo el Dr. David L. Katz, experto en nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale.
Y la capacidad de la arcilla para absorber toxinas vegetales, está bien documentada.
Jared Diamond, profesor de geografía y fisiología en la Escuela de Medicina David Geffen de la UCLA y autor del libro: «Armas, gérmenes y acero – El destino de las sociedades humanas«.
El profesor Diamond ha escrito que las arcillas son especialmente buenas para unirse a las toxinas de las plantas.
Y señala que muchas culturas tradicionales cocinan alimentos como papas, bellotas y pan, en arcilla; como una forma de protección contra los alcaloides tóxicos y los ácidos tánicos que de otro modo harían que estos alimentos no fueran comestibles.
Por ejemplo, los glicoalcaloides, se encuentran comúnmente en ciertas especies de papas y pueden causar diarrea, vómitos y problemas neurológicos en humanos.
Pero cuando los indios sudamericanos comían estas papas, las combinaban con arcillas que se unen a los alcaloides y así, las papas eran seguras para consumir, según Diamond.
Los profesionales médicos que estudian la geofagia, también han considerando que los minerales presentes en algunas arcillas son especialmente beneficiosos para las mujeres embarazadas.
Los suplementos minerales son un fenómeno bastante nuevo, dijo Katz.
La demanda de minerales aumenta sustancialmente durante el embarazo.
El suelo es el suministro de minerales múltiples de la naturaleza, agregó, y la naturaleza favorece los comportamientos que conducen a la supervivencia.
Puede ser simplemente, que las mujeres que tienen este antojo, tienen más probabilidades de sobrevivir y transmitir esta tendencia a su descendencia.
El contenido mineral en las arcillas varía de una región a otra, pero muchos tipos de arcilla contienen altos niveles de calcio, hierro, cobre y magnesio.
Estos son minerales esenciales para la dieta humana pero, son aún más críticos durante el embarazo.
Otros estudios, descubrieron que la geofagia se encuentra con mayor frecuencia en culturas que no practican la lechería.
Ya que, los productos lácteos como la leche y el queso proporcionan calcio dietético importante; y cuando éstos están ausentes, las mujeres embarazadas tienden a buscar otras fuentes de calcio.
En África, comen la tierra de los montículos de termitas, agregó, y señaló que la tierra y las arcillas de los montículos de termitas son ricas en minerales.
Debido a que no todas las arcillas son iguales, las mujeres que consumen arcilla, tienen opiniones muy particulares acerca de por qué es bueno consumir arcilla.
En todos los lugares donde se ha registrado la geofagia, se dice que hay un lugar determinado donde la arcilla es más sabrosa, porque está más limpia.
Joiner, que ha consumido arcilla durante más de 20 años, se niega a comer ciertas arcillas que contienen arena o que tienen un sabor arenoso.
Algunas personas simplemente lo compran en tiendas naturistas, y de marcas reconocidas como Laboratorio Juesar.
La mayoría de mujeres que practican la geofagia obtienen sus arcillas de fuentes distintas a las primeras pulgadas de la capa superior del suelo.
Ya que las de arriba tienen una mayor actividad biológica, y una mayor cantidad de bacterias, parásitos y otros patógenos.
Las arcillas más recomendables para el consumo, son las provenientes de capas subterráneas, en donde es menos probable que exista una fuente de infección.
Se cree que uno de los mayores beneficios de la arcilla, es que constituye una forma de fortalecer el sistema inmunológico.
Una hipótesis de higiene, señala que los niños criados en zonas rurales, por estar en mayor contacto con tierra y barro, tienen menos alergias y enfermedades autoinmunes, que los niños criados en las ciudades.
Es posible que la mujer «embarazada» fortalezca su sistema inmunológico al mismo tiempo que le transmite anticuerpos a su hijo.
Otra ventaja de consumir arcilla blanca, es el efecto calmante que tiene sobre el sistema gastrointestinal, que puede ayudar a contrarrestar episodios de náuseas.
Las arcillas, especialmente las blancas, están hechas de caolín.
De hecho, Rolaids, Maalox y otros medicamentos recomendados para las náuseas y el malestar estomacal, están llenos de los mismos compuestos antiácidos que se encuentran en las arcillas de caolín blanco.
Incluso los más ávidos fanáticos de consumir arcilla, admiten que puede ser un problema, si se consume en exceso.
Hay un estereotipo social negativo asociado con cualquier persona que consuma arcilla directamente del suelo.
Muchos de los que están familiarizados con la práctica de «comer tierra», tachan a las personas que lo hacen como pobres, ignorantes o desnutridos.
Pero, definitivamente ese es un estigma.
Aunque es verdad que existen problemas médicos asociados con el consumo excesivo de arcilla.
El estreñimiento es una queja común entre quienes consumen arcilla regularmente, debido al mismo efecto vinculante que lo convierte en un remedio eficaz contra la diarrea.
Consumir arcilla en exceso, le hará estreñirse, admite Joiner.
Y, para las mujeres que están preocupadas por las deficiencias de vitaminas y minerales durante el embarazo, y se obsesionan con el consumo de arcilla, Katz ofrece este consejo: «Tome vitaminas prenatales».
La sal, por ejemplo, también es un mineral, que se encuentra en casi todas las mesas de restaurantes.
Si la mayoría de los humanos usa agua y sal, ¿por qué no utilizar la arcilla como fuente de alimento, si es beneficiosa?
Pero, al igual que la sal, la arcilla es buena para el organismo, pero puede ser perjudicial para la salud, si se consume en exceso.
Por Marc Lallanilla
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Producido por Santiago Cajiao
